21 may 2010

Cuento chino

La siguiente historia puede parecer un cuento chino. Sin embargo, solo se corresponde con la realidad la segunda parte de la premisa: no es un cuento, pero sí es chino. Hoy, inmerso como estoy en la lectura del libro de José Ángel Martos El primer emperador, toca viajar a Oriente. Estoy empezando a descubrir una cultura tan distinta como increíble y quiero compartir un poco de lo que estoy aprendiendo. (Uno no nació sabiendo)

Tenemos que viajar unos 2250 años hacia atrás en el tiempo para encontrarnos con nuestro protagonista, Lü Buwei, que era un rico mercader y, pese a su alto poder adquisitivo, un paria dentro de una sociedad tan tradicional como la china, donde los comerciantes son la última y peor considerada clase social. Solo en la actualidad, con la apertura del comunismo chino al neocapitalismo se comienza a ver con buenos ojos a los intermediarios de los productos, que encarecen sus precios y manipulan sus calidades.

No había nacido en una familia campesina, únicas que podían prosperar pues manejaban las administraciones de los siete reinos combatientes en los que se hallaba dividido el antiguo reino de la China del rey amarillo. Así que tampoco podía acceder a un puesto de relevancia en el ejército ni, mucho menos, presentarse al concurso de una oposición para hacerse funcionario en su país natal (no tengo claro cuál fue, aunque sé que nació en la ciudad de Yang-ti sobre el 290 a.C.), inmersos como estaban los reinos de las llanuras centrales en la filosofía confucionista "de los más preparados".

No obstante, el talento emergió cuando tuvo la oportunidad de utilizarlo. Siguiendo la premisa de "comprar barato y vender caro" se hizo millonario. Y utilizó su dinero para comprar poder, siguiendo una aguda treta que benefició a un desdichado Yiren, a un príncipe enamorado y a su amada esposa estéril y, por supuesto, a sí mismo.

Yiren era uno de los veinte hijos del príncipe de Qin, Xiaowen. Tras la muerte de su hermano mayor, Xiaowen se había convertido en el heredero a la corona de su padre, el rey Zhao, que llevaba más de 30 años en el trono... ¡y que llegará a reinar 50 años! Zhao convirtió su reino en el más extenso, populoso y avanzado agrícola y militarmente de toda China, pese a ser el más atrasado en cultura y refinamiento, aislado en un Oeste alejado de las tendencias de la moda.

Siguiendo con Yiren, hay que apuntar que su vida no estaba siendo de lo más fácil, como podríamos creer de un miembro de la Casa Real: se encontraba como rehén en la ciudad de Handan, en el reino de Zhou, que había perdido frente a Quin en la batalla de Changping (260 a.C.). Los vástagos reales solían ser intercambiados para asegurar la paz entre los diferentes reinos. No creo que haga falta recordar cual iba a ser la fortuna de Yiren en el caso de que su belicoso abuelo decidiera volver a atacar el estado vecino. Pero, además de encontrar en tal situación y lejos de sus familiares, la madre de Yiren no era una de las favoritas del harén de Xiaowen: éste prefería a la yerma Huayang, del que se sentía profundamente enamorado, hasta el punto de que la había asociado al gobierno de su feudo en An-kuo. (Cómo sería su afecto por su mujer, que su nombre aparece reproducido en las crónicas, hecho único en la historiografía china hasta el acceso al poder del Partico Comunista)

Y he aquí la oportunidad. Yiren recibe la visita de Lü Buwei en su presidio en Handan y este le propone convertirlo en rey. Para ello, usaría su astucia y su riqueza y el príncipe solamente tendría que hacerle caso en todo. El asustado Yiren accede en estos términos: "Si realmente ocurre como lo has planeado, señor, permíteme dividir el estado de Qin y compartirlo contigo".

Acto seguido, Lü Buwei se traslada a la corte de Xianyang, capital de Qin, y trata de captar la atención de la princesa Huanyang a través de su familiares, a los que ofrece mercancías valiosas a un precio mucho más asequible del que se veía por aquellos lares, tan atrasados culturalmente. Y accede a la princesa poniendo en boca de Yiren la siguiente frase: "Reverencio a su señoría tanto como al Cielo; día y noche lloro, pensando en el heredero y su señora". "Cielo" es la fórmula tradicional china para referirse a la corona real. Asombrada, Huanyang sigue escuchando y cae convencida en las redes de Lü Buwei, que le hace razonar en la idea de que, sin hijo propio, puede caer en desgracia a la muerte de esposo o incluso antes, si es que este la rechaza cuando su belleza se marchite: "Debéis echar raíces mientras estéis floreciendo".

Pronto Huanyang las echará e implora al príncipe Xiaowen que designe a Yiren como hijo principal, pues su afecto le ha llegado desde Zhou y confía en que la cuide si sucediera cualquier cosa a él. Y éste, enamorado hasta las cachas, acepta la propuesta que, además, le beneficia profundamente, al conseguir un sucesor digno y preparado sin necesidad de haberse devanado los sesos en su elección.

Todo ha salido a pedir de boca: Xiaowen mantiene a su amada a su lado, Huanyang consigue una seguridad futura, Yiren es proclamado sucesor al trono y Lü Buwei tutor del muchacho en su presidio de Handan. El mercader, al fin, había alcanzado su aspiración de acceder a un cargo político.

Pero la Historia, que es una cadena de sucesos, en ocasiones, muy enmarañadas, ofrecerá unos cuantos cambios en el guión. Dejo por hoy este cuento chino. Otro día, cuando no se me ocurra nada que escribir, completaré la historia de Lü Buwei.

18 may 2010

Banda Sonora Original

Güei alcuéntrome desveláu a les 4:44 de la madrugada y, fartu de ller, ver la tele y dar volties na cama y, siguiendo los recordatorios de la mio collacia internáutica Natalia, póngome al ordenador a escribir una nueva entrada d'esti blog, que tengo más qu'abandonáu. Son munches les idegues que tuvi mientres d'esti tiempu ensin escribir pa facelo, pero agora que toi a ello, nun me vienen a la cabeza. Métome nel youtube y, ensin dame cuenta, toi escribiendo nel buscador "Vetusta Morla", un grupu madrilanu qu'allá fadrá dos años, sacó un discu que me marcó bastante. Mientres l'añu 2008 foi a trabayar a la ludoteca con sones como "Sálvese quien pueda", "Valiente", "Copenhague" o "La Marea". Ye zarrar los güeyos y veme caminando avenida d'El LLano p'alantre, l'adiós a Ivanín, les ides y venides p'Avilés, les perdíes a Tere y el realcuentru con Mary o la lluvia del día los fuegos.

Paezme curioso como la vida se va faciendo por sí sola, ensin podela controlar en dengún momentu, y la memoria fai por sí, tovía más independiente, y engarza los recuerdos a músiques que, al volver a sintiles, disparen el resorte. Tal paez que fuéramos actores d'una película y tuviéremos banda sonora.

Nun puedo dexar de pensar en Xana si oigo a Ismael Serrano, Aute o a Sabina, nin en Mary al sintir a La Oreja de Van Gogh, Nena Daconte o Beyoncé. Toi fritu a recuerdos d'amores que nun pudieron ser ca vegada qu'escucho la radio.

Los Piratas ye'l mi grupu favoritu dende va tiempu: ye inevitable qu'"Años 80" me tresllade al Soho, un pub de Cimavilla per onde tovía paro, pero al de los recuerdos, bonos y non tan bonos, almacenaos a palaes de tanto dir ellí. La versión de "Teching" del conciertu del "Fin de la segunda parte", a medies con Bunbury, llévame a marzo de 2007 a un vagón del metro de Barcelona enllenu de xente seria que se sorprendía de veme sorreir, deseando como taba de llegar a casa y ver a Eva. Iván Ferreiro en solitario, y la so tema "Turnedo", faénme volver a mirame cara a cara con Ángela na primavera del 2005; "Extrema pobreza" llévame a la seronda del 2006, p'alcontrame con Almudena y, actu siguíu, con tolos malos rollos del iviernu siguiente. "Abrázame", versión de la de Julio Iglesias, llévame de nuevo a Natalia.

A mio güela Lola prestába-y abondo "El Ritmo del Garaje" de Loquillo, pero nunca podré olvidar como vimos xuntos pela tele la cayida de la estatua de Sadam Hussein al ritmu del "Por ahí se va" de Danza Invisible. Mio güela Ramona ye'l ritmu propiu d'Azul y Negro, porque-y gustaba muncho el ciclismu... tamién me vien a la tiesta cuando siento cantar a les monxes que van a los funerales, pero solo si consigo aguantar la risa.

Son munches les canciones, buenes y males, que me traen otros momentos, buenos y malos. Agora, que son les 5:26, toi sintiendo "Pa llegar a tu lado" dende'l gargüelu d'Iván Ferreiro. Ye tamién curioso, porque dende esti blog llego al llau de vosotros, que me lleis y que me pedís que nun dexe d'escribir. Toi seguru de que m'alcordaré d'esti momentu ca vez que la escuche. Van facese interminables los mios títulos de créditu.

20 abr 2010

Transplante de feria.

Así, en principio, la Feria de Abril de Sevilla me parece genial. Yo lo veo como un batiburrillo de gente con ganas de divertirse, que se acerca al ferial de Sevilla, cerquita del Gudalquivir, para pasar la tarde con sus amistades, mientras bailan sevillanas, toman manzanilla de Jerez, comen pescaíto frito y se encuentran con gente procedente de Estados Unidos, Japón y Australia, y hablar del Sevilla y del Betis, de la lluvia invernal que fue una pura maravilla, de lo mal que le queda la bata de cola a Eulalia y lo chula que va Cayetana sobre la calesa tirada de dos caballos andaluces entrenados en la Real Escuela de Equitación de la Maestranza. Y por la noche, igual, solo que los agotados feriantes de las horas diurnas se van a su casa a retomar fuerzas y los más noctámbulos toman las casetas a fuerza de rebujito, pirulas y chunda-chunda maquinero mezclado con acordes de los Cantores de Hispalis. Y "cántame, me dijiste cántame" va, "mírala cara a cara, que es la primera" viene, se pasan los sevillanos y los visitantes a la capital andaluza una semanita de lo más divertida, pintoresca y con 165 años de tradición.

Pero los transplantes de tradiciones me chirrían bastante.

Porque no es lo mismo que el batiburrillo de gente con ganas de divertirse se acerque al recinto de la Feria de Muestras de Asturias, a la vera del río Piles, para pasar la tarde con los compañeros de la academia de baile donde aprenden el pseudo-flamenco guiri, mientras destrozan todos los palos de la baraja sevillana, creyéndose que lo bailan igualito que en la original y disfrutando como si acabaran de llegar de Triana, cuando quien mejor lo imita se acerca a Alcázar de San Juan solamente; toman manzanilla del Lidl , comen fritos de merluza y pulpo a la gallega y se encuentran con gente procedente de Avilés, Pola de Siero y Villaviciosa, informada por el periódico impulsor del evento, para hablar del Sporting y el Oviedo, de otro invierno más pasado por agua, de lo monísima que va Olaya con el traje de andaluza que compró en carnaval y lo estirada que va "el cayu esi" en la xarré tirada por dos percherones del CHAS. Por la noche, a la gente de la tarde, que no puede perderse ni un minuto de tan trepidante fiestón, se unen a los cuatro adolescentes de indumentaria hip-hopera que se ponen a hacer cabriolas con las manos a ver si arriman cebolleta a una pija de colegio de pago que no se ponga colorada ante sus pantalones de cintura caída, todo ello regado con rebujín, con Melendi sonando a tope.

Como digo, no es lo mismo. Puede ser divertido y no voy a negar su pintoresquismo histriónico. Pero en absoluto es algo tradicional de Asturies. Lo siento, pero no. Hay ferias de abril en Japón con mayor bagaje.

Y no es que yo esté en contra de que las casas de andaluces emigrados a Asturias hagan todas las fiestas que quieran. Al contrario. Entiendo perfectamente, y hasta creo que es culturalmente beneficioso para toda una sociedad, que sus emigrantes compartan sus costumbres y tradiciones con los pueblos que los acogen y que estos, en su medida, hagan lo propio por integrarlos. Hace unos años, la primera Feria de Abril en Gijón, de la que tengo constancia, fue organizada por una asociación rociera con sede en la ciudad. Yo fui. Y es cierto que no volví porque el fiasco económico fue total y no volvió a repetirse.

De lo que estoy en contra es del apoyo institucional que se ha ofrecido desde el Ayuntamiento de Gijón a un evento propuesto por el diario El Comercio, con la colaboración de Motonáutica y la Academia de Baile Marisa Fanjul.

Primero, por el fariseísmo militante. Son los mismos que se rasgan las vestiduras cuando los niños quieren disfrazarse de zoombie a principios de noviembre porque es el Halloween y se están olvidando del Juan Tenorio y de los huesos de santo, me meten por el alma como "tradicional" la Feria de Abril en Asturies.

Segundo, porque en Asturies se está dando la espalda de manera patente a la cultura tradicional autóctona, al evitar, en la medida de lo posible, el apoyo a las entidades que buscan un fomento respetuoso de la misma.

Lo peor es que la imagen negativa que de todo movimiento cultural que se aleje de la "asturianía" oficial (Virgen de Covadonga, baile "regional" y sidra) se va extendiendo. Y así, pocos son aquellos que sufren como una pérdida importante que este verano se pierda el tradicional Festival de Bandas de Gaitas de Candás o que se molesten porque la directiva de la Federación Asturiana de Juegos Tradicionales esté perdida en el olvido y, por ello, no se pueda organizar campeonatos oficiales de estos deportes. Pero seguro que son muchos los que, lejos siquiera de haberse enterado de estas dos situaciones, se escandalizan de los ataques sufridos por el idioma castellano en los carteles de las carreteras, se sorprenden de lo alto que suenan las gaitas en las romerías y con los saltos de las pintorescas agrupaciones de baile "regional", se congratulan de que eventos multiculturales sean organizados a tutiplén por las entidades que se ocupan de mantenernos culturizados a golpe de subvención, sin preguntarse nunca –gracias precisamente a que la culturización subvencionada provoca estados crónicos de nirvana mental- si los eventos responden a la realidad representada. Lo importante es sentirse centro universal de la cultura con el Príncipe Felipe dando diplomas a Woody Allen.

La Feria de Abril de Gijón no es una Feria de Abril siquiera parecida a la sevillana, ni en el aspecto formal, ni en el organizativo, ni mucho menos en el cultural. Es solo el reflejo de una sociedad asturiana sin rumbo, acostumbrada a deglutir todo aquello que se le ofrece sin preguntarse de dónde viene o a dónde puede llevar, con tal de tener la barriga llena.

La cultura en Asturies es casi siempre de pena y, muchas veces, una mierda. La Feria de Abril de Gijón, con todos sus impulsores delante y detrás, lo dejó patente.

Aviso de última hora: ¡Corre a ver la gran "lluminá" del ferial de Infiesto el día 30 de abril! ¡Será tremendo!

11 abr 2010

L'estrañu casu de l'astenia primaveral.

Nun pueo cola cadarma. Llevo unos cuantos díes, dende que cambió la hora a finales del mes de marzu, ensin ser yo mesmu, ensin alcontrar nin rastru de la vitalidá que me lleva a tar optimista énte tolos problemes que tengo y qu’enantes, n’iviernu, paecíenme pequeñucos, insignificantes, y anguaño son enormes cotes d’alta montaña y de categoría especial.

La primavera fráyame los güesos y los sos trocinos pésenme’l doble de lo normal. Cuéstame abondo’l dormir pela nueche, anque les hores ensin lluz déxenme respirar muncho meyor que les illuminaes diurnes, que m’obliguen a esquivar el sol que me fai estornudar ensin dame fuelgu, teniendo que dir pela cai como un comandu de la guerra de Vietnam, ente les solombres proxeutaes polos edificios, y evitar asina esos rayos que me quemen la piel al mínimu roce. Una fuente dame la vida, desfechu en sudu como llego a elles, reventáu del cansanciu que me produz dar diez pasos siguíos al sol.

La cama nun me val nin pa reposar y trés hores echáu n’ella déxame’l llombu esfarrapiáu pa tol día, ensin poder doblar la cintura nin el cuellu, quedándome’l cuerpu ríxidu como’l de C3PO, el androide doráu de “La Guerra de les Galaxes”. Aliviame'l descolgame de la cama y apoyar la tiesta en suelu, porque estiro la espalda, anque nun sé si será un remediu mui ortodoxu dientro les ciencies fisioterapéutiques.

Meto fruta, agua bien d’ello, rebaxo’l chocolate y los colacaos, nun como ente hores y a les hores cuéstame un mundu xintar un chuletón... Y ye que nun alcuentro alimentu que me dé les enerxies necesaries.

Nin les rapaces me dicen ná. Agora que’l calor fai allixerar de ropa a la xente, yo subo de les pienres qu’enantes me llamaben tanto l’atención a los cuellos. Toi empezando a tener fixación pseudo-fetichista polos gargüelos.

La médica dizme que ye “astenia primaveral”, pero yo tengo miéu tar convirtiéndome en vampiru.

2 abr 2010

Hombres Nuevos.

Surgido de la puesta al día de la Iglesia que supuso el Concilio Vaticano II y la corriente religiosa de la Teología de la Liberación, aparece en Bolivia el proyecto Hombres Nuevos, dirigido por el particular sacerdote Nicolás Castellanos.

Este leonés decidió renunciar en el año 1991 a su cargo de obispo de Palencia para irse a misiones en Suramérica, en concreto, a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, capital de la insurrecta siempre provincia de Santa Cruz.

Allí se encontró con una ciudad en expansión –en el censo del 2009 se colocó como el centro del área metropolitano más grande del Estado-, donde la población indígena y rural se establecía en unos arrabales cada vez más masificados. La escasez de infraestructuras de estos barrios se agravaba con el crecimiento poblacional y las autoridades nacionales, inmersas en sus cotidianas luchas por el poder, no buscaban el desarrollo de los servicios sociales y educacionales, si no que invertían el capital extranjero que recibían en mejorar las infraestructuras que propiciaran el desarrollo de la industria extractiva de la provincia, motor de la minería del hierro y, sobre todo, de la producción de petróleo en crudo y gas natural.

Así que, de espaldas a las autoridades estatales y enfrentándose a las comunidades religiosas católicas pre-existentes en la ciudad (sobre todo, la jesuita), que se apoyaban en los sectores privilegiados para mantener su hegemonía, el padre Castellanos se instaló en el barrio de Las 3000 y comenzó a elaborar un proyecto socio-educativo que llevaría el nombre de “Hombres Nuevos”. Con los niños y las mujeres como poblaciones-objeto, la finalidad del proyecto sería dotar de infraestructuras válidas para la educación y la manutención de las mismas y, siguiendo la filosofía de la Teología de la Liberación, combinó lo esfuerzos de voluntarios y profesionales religiosos y laicos, todo ello financiado única y exclusivamente con donativos anónimos.

Muy lejos de mostrarse orgulloso, pero contento y esperanzado por mejorar lo obtenido, el padre agustino hablaba en uno de los reportajes del programa “En Portada”, de la 2. Al hospital, los catorce colegios y los cinco comedores infantiles que ha conseguido construir y que gestiona el proyecto, se le unen sus programas de becas para el estudio universitario de los jóvenes del barrio, el programa de salud de atención primaria y de pediatría y el proyecto de apertura de locales de ocio y albergue para niños trabajadores.

Sin embargo, lo que más llamaba la atención a sus vecinos era que viviera con ellos, en la barriada. Uno de los entrevistados comentaba que en Santa Cruz las casas ricas pertenecían a dos estamentos siempre, curas y potentados, aunque ahora también los narcos se les habían unido. No obstante, responde a su tónica habitual: ya cuando fue nombrado obispo en 1978 decidió instalar su residencia en un piso de alquiler, en lugar de en el palacio episcopal.

Me llamó mucho la atención su respuesta cuando le preguntaron sobre Evo Morales. Pensé que iba a ser mucho más discreto, teniendo en cuenta que su proyecto ha sobrevivido nada menos que a siete presidentes. No tuvo pelos en la lengua y valoró de una forma totalmente independiente su gestión: por una parte, observó como muy positiva el emponderamiento que las poblaciones indígenas habían hecho de su país, al verse estas identificadas en su Presidente, el primero de los 84 que no era blanco; por otra, criticó duramente el alejamiento de las promesas de redistribución de la riqueza entre los sectores desfavorecidos y de inversión en política social y educativa, que tanto le habían ilusionado en principio. Luego, hablando con el alcalde de Santa Cruz de la Sierra y opositor a Morales, Percy Cruz, le apoyaba cuando éste le comentaba sobre la carta que recibió del Presidente exigiéndole una disculpa pública por su política de oposición al Gobierno (que raya el golpismo, aunque los resultados electorales siempre han dado como ganador en la ciudad a su partido, el Frente Amplio Juntos Para Todos), sin embargo le recalcaba que en los barrios periféricos las políticas de desarrollo prometidas por él no llegaban. Es lo fabuloso de ser independiente, que tu opinión personal no tiene que ser acomodada según las circunstancias. Al parecer, hace muchos años que el padre Castellanos lleva su independencia con orgullo y como seña de identidad, consiguiendo hacer lo que otros solo dicen pretender y lo que muchos están necesitando.

Recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en el 98, el título de “Leonés del año 1999”, el Premio Valores Humanos de la Comunidad de Castilla y León en el 2002 y la Medalla al Trabajo en el 2006. Pero creo que todos esos reconocimientos desmerecen ante su verdadero objetivo: que los niños puedan sonreír como niños. Algo que, como dijo, reprocharía a los grandes estadistas por no tener en sus prioridades. Él, sin embargo, ya lo está consiguiendo.

1 abr 2010

Les campanines

Nun son munches les veces qu’un documentu me fai aclariar dalguna cosa qu’enantes nun me cuadraba. Pero, cuando me pasa, siéntome satisfechu, como si alcanzara’l conocimientu braeru d’unidá colo supremo. Ye’l mi “om” particular.

Hai un añu pasóme cola desplicación del Big Bang fecha nel programa Redes, onde se falaba de la teoría de los múltiples universos y se desplicaba esti actu primeru de la cosmoxénesis a traviés de la termodinámica. Quedóme clara la idega de que, siguiendo eses teoríes, de la nada puen surdir materia y antimateria a partes iguales, siempre que’l resultáu de la suma de les partes seya cero. Sonóme la campanina y dexé d’entrugame daquello de “y, enantes del principiu, ¿qué había?”.

Esta selmana golví a sintir la campanina cuando apeacieron un par de pieces d’un puzzle que tenía incompletu dende que estudiara la carrera. Y ye que nunca nun me cuadraron les tesis oficiales que consideraben Asturies una provincia más de los diferentes reinos medievales. Nun cuadraba que, siendo asina, estes dómines tuvieren plaguaes de señores feudales llevantiscos pa coles Corones que los sofitaben nel so puestu, como Alfonso Enríquez, conde de Noreña, que se sublevara al so hermanu tres vegaes, siendo’l caberu enfrentamientu l’orixe del Principáu. Tamién m’estrañaba a modu’l caltenimientu del sistema feudal asturianu, tan estremáu del vasalláticu sistema lleonés y castellanu. Y, sobre too, nun sabía onde quedara’l títulu de Reinu d’Asturies, que dengún rei de LLeón o de Castiella, salvo dos exceiciones, usara na so nómina de títulos, como facíen col restu de les sos posesiones.

Cayó nes mios manes el númberu 102 de “LLetres Asturianes”, espublizaes pola Academia de la LLingua Asturiana y, nuno de los sos trabayos d’investigación, el xurista Xurde Blanco firmaba “L’analís del drechu políticu nel Fueru Xulgu afita una tapecida tesis dela Ilustración asturiana: la de la independencia política d’Asturies na Edá Media”. Trátase d’una refundición d’un artículu espublizáu pol Aconceyamientu de Xuristes pol Asturianu na so páxina web nel añu 2007. Mui valiente, porque tira a la contra del estamentu intelectual oficial d’una forma tayante, va desplicando l’interés xurídicu del Fueru Xulgu, desaniciando con argumentos firmes y razonables prexuicios que sobre esti documentu s’establecen como válidos anguaño y desendolcando una teoría coherente sobre’l escaeciu Primero Títolo, que-y otorga validez total a les idees que sofitaben la hipotesis del orixe de la Xunta Xeneral del Principáu del ilustre Xosé Caveda y Nava. Esti trabayu respuende a les mios entrugues por completo.

Prestaríame asgaya tener la capacidá de síntesis que me permitiera resumir el testu de Blanco cola fin de desplicar estes rempuestes qu’algamé, pero nun la tengo. Toi seguru que fadré referencia a esti artículu más alantre, n’otres entraes, porque toi entusiasmáu con elli. Dexo equí l’enllaz p’hacia l'artículu espublizáu pol AXA.

Ensin embargu, soi consciente de que vivo n’Asturies y la realidá nun va ser mui buena pa esti artículu. Xurde Blanco ye académicu de la llingua ya destacáu activista pola oficialidá y la normalización social del idioma asturianu. Eso, págase y toi seguru que l’estudiu d’esti xurista va ser desaniciáu pola intelligentzia que rixe’l correutu buen pensar de los asturianos, como antaño lo foi’l de Caveda. Y pa exemplu de como los prexuicios contra l’asturianu y los sos defensores, valme el mesmu personaxe.

Foi protagonista l’últimu mes d’una polémica xudicial: el Tribunal Constitucional revocaba la decisión d'un tribunal contenciosu-alministrativu onde falaba de la inconstitucionalidá de varios artículos de la LLei de Promoción y Usu del Asturianu del añu 1998, dándo-y la razón a Xurde Blanco que denunciare a la Conceyería de Xusticia d’Asturies por nun-y dar validez a una petición d'un permisu llaboral por solicitalu n'asturianu. Resolvía'l TC , por 9 votos a 1, que tolos asturianos tienen el drechu d’usar esta llingua pa dirixise a les instituciones autonómiques asturianes y que la llei en dengún puntu contraría la Constitución Española.

L'autu foi mui cellebráu poles persones que defienden la igualdá en drechos de tolos asturianos. Ensin embargo, duró poco la gayola. El xuez, Miguel Ángel Carbajo Domingo, acoyéndose al votu independiente, golvió a refugar el so recursu, al considerar que los funcionarios nun tienen el drechu confirmáu pol anterior autu del tribunal superior, valorando que'l lletráu paez que fai eso a mala fe, col enfotu d'entorpecer el bon funcionamientu de l'Alministración, perversa actitú que había ser correspondida con una correición disciplinaria.

Ta claro que, nun nuevu recursu al TC, Xurde Blanco recibirá de nuevo la razón, porque si tolos ciudadanos asturianos tienen esi drechu, los funcionarios asturianos nun van dexar de tenelu por selo.

Pero nun dexa de ser curioso como una vulneración tal de los drechos del home nun Estáu de drechu como ye España, pasa tan desapercibida.

Tal vez, dalgún día atope un documentu que seya capaz de desplicame por qué les idegues d’unes persones con intereses concretos y egoístes recueyen más atención que les d’otros que busquen la igualdá en drechos pa toos. De toes formes, tengo la esperanza de que la xente que sofita, activa o pasivamente, esta mena d’apartheid llingüísticu, sientan la campanina que-yos faiga entender del dañu que faen colos sos prexuicios.

30 mar 2010

El Hombre y la Tierra.

Yo no tenia siquiera un año cuando murió este naturalista y divulgador científico que acercó la Naturaleza a la gente de a pie, de una forma tan espectacular como didáctica, hasta el punto de marcar a varias generaciones de españoles. Este mes se han cumplido treinta años de la desaparición de Félix Rodríguez de la Fuente, sucedida en un trágico accidente de avionetas mientras grababa un especial sobre la carrera de trineos de perros “Iritarod”, en Alaska.

Durante este mes de marzo que ahora acaba, y coincidiendo con la campaña “Conciencia2 con el Medio Ambiente” que La 2 de TVE está llevando a cabo, este canal ha recuperado la difusión de su obra televisiva “El Hombre y la Tierra: Fauna Ibérica”, con su inconfundible banda sonora, compuesta por Antón García Abril.

Me trae recuerdos de cuando era pequeño y gratos, pese a que una de sus incontables reposiciones significaba para mí que el domingo estaba a punto de acabar y, por lo tanto, lleno de vitriolo, me entraba la angustia de saber que, al día siguiente, tenía que volver a madrugar para ir al colegio. Pero son gratos porque también recuerdo que aprendí mucho de aquellos documentales. Las costumbres de los yanomamis venezolanos, la existencia del raro desmán de los Pirineos, los calamones del Parque de Doñana o los hábitos de caza de las rapaces nocturnas son algunos temas que aprendimos todos aquellos que nos quedábamos hipnotizados por aquella voz firme y contundente que llenaba la sala donde nos encontráramos, sin que nadie fuera capaz de interrumpirla.

Quizá sea recordado sobre todo por su labor en la protección de una especie en peligro de extinción como era el lobo ibérico. Desde su comprensión a las necesidades de los hombres como seres superiores, pero también como depredador totalmente adaptado a todos los territorios, entendía que los lobos habían de ser objeto de protección, porque había sido el ser humano quien había mutado el hábitat del animal, desplazando al lobo, seguro perdedor de los infortunados encuentros entre ambas especies. En esta vía, movilizó con sus publicaciones a la opinión pública llegando a politizar el asunto, hasta que consiguió que las autoridades franquistas desecharan las ordenanzas que entendían al lobo como alimañana y, por lo tanto, sujeto de masacre, y, en pocos años, otorgaran status de especie cinegética y, posteriormente, protegida, que hoy se mantiene –al menos, al Norte del río Duero-.

Pero lo más importante a mi entender, es que Félix Rodríguez de la Fuente impulsó un mensaje de convivencia entre la Naturaleza y el Hombre. No creo que fuera fruto de la coincidencia que la serie documental que dirigió se denominara “El Hombre y la Tierra”. La idea de que el ser humano habría de recuperar la identidad ecológica del hombre paleolítico y desechar la mentalidad depredadora del hombre neolítico, que se mantenía en la actualidad. Treinta años después, estas ideas están tan en vigor...

Recuperar “el tren ecológico” que se perdió hace 10.000 años era la única vía que entendía para que la especie humana pudiera salir adelante. Y así presentó en Madrid en 1980 la Estrategia mundial para la conservación de los recursos vivos y el logro de un desarrollo sostenido, propuesta de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales. Semanas después, murió y su obra, como podemos comprobar, quedó inacabada.

Era y es de agradecer que alguien hiciera pensar a la gente como Félix lo hizo con su mensaje, narrado en forma de cuento que volvían niños a los adultos y expertos biólogos a los niños; y espetado a las autoridades con el mayor de los desdenes por sus políticas, tan perecederas como ellos.

No recuerdo el nombre del político colaborador de Adolfo Suárez –creedme, lo he buscado-, pero en un documental sobre de la Fuente este hombre explicaba cómo, durante una cena, el naturalista se negaba a entrar en la política partidista diciendo que en treinta años, nadie se acordaría de los mensajes de su interlocutor y que por contra, el suyo, habría de superar varias generaciones. Así fue. Ya va tocando que, entre todos, nos lo tomemos en serio.

Hacen falta más personas así.

29 mar 2010

Liriu lariu.

Llevo unos cuantos meses, dende l’añu pasáu, enfrascáu nun proxeutu que me paez bien interesante: la recuperación del liriu como xuegu de cai y, índa más, algamar los primeros pasos pa la so esportificación.

El liriu ye un xuegu tradicional asturianu consistente en dar un güelpe a un palu pequeñu, cilíndricu y afiláu polos cabos, nomáu “liriu”, con otru de mayor tamañu, la “machorra” pa llevantalu del suelu y, una vez que tea nel aire, con otru machorrazu aventalu lo más llone posible o empobinalu pa un sitiu determináu. Esa aición motriz repitese nun refileru de xuegos bien bayurosu, con regles ya oxetivos bien estremaos ente sí dalgunes veces, y con nomes diferentes sigún la zona onde se xueguen: birlla, birya, billarda, biyarda, palu, paliyu, palill.u, bríndola, salta marrana, la gocha, liriulario...

A pesar de ser tradicional asturianu, porque se tien base documental de que yera xugáu antaño, más ellí de tres xeneraciones a la de mío, podemos dicir casi con certeza que nun ye un xuegu autóctonu d’equí: la aición motriz común a tolos xuegos asturianos repitese hasta la saciedá por tola Península y Europa, llegando a Oriente Mediu y la India. Nun ye raro que fuere tan espardía. Los materiales son bien asequibles: dos pieces de madera y ná más. El tarrén de xuegu adáutase a les condiciones de los llugares. Y ponse en competencia una habilidá que pue ser alquirida bien ceo polos participantes.

Mio pá xugaba al liriu. Yo pasé los míos años de neñu xugando malamente al balonmano y, cá vez que llegaba a casa dempués de perder, mio pá dicíame: “el que nun val pa otra cosa, que xuegue al liriu”. Hasta los 28 años nun supe qué yera tal cosa. Faltóme la curiosidá que yo siempre-y desixo a los neños colos que trabayo y, en xeneral, a la xente que m’alrodia. Foi nun cursu de xuegos y deportes tradicionales que me volví atopar con elli y, dende entós, nun lu solté.

Hai dos culpables que pueo señalar col deu índiz d’esta zuna que tengo por esti xuegu.

El primeru ye Carlos Suari, antropólogu y llicenciáu en Ciencies de la Educación Física y el Deporte, ámbitos d’estudiu que combina ente sí a la perfeición. Carlos ye una persona a la qu’almiro tanto poles coses bien granibles que fai, como pola so capacidá d’organizase pa faceles toes, porque siempre tien daqué ente manes: lo último foi L’Atlas de los bolos asturianos, trabayu mui bayurosu que saldrá, ensin dubia, ceo a la espublicación.

L’otru ye Xuacu Rodríguez, de nuevo otra persona que siempre tá maquinando daqué. Ye’l presidente del Club Espor d’Asturies dedicáu al estudiu y el sofitu de los xuegos traidicionales nesti país.

Nun ye d’estrañar que xuntos, consigan mover cualaquier cosa que se-yos ponga per delantre. Da gustu ver como les sos conversaciones van camudando en tormenta d’idees. Díes más tarde, yá tienen porpuestes concretes, que s'acabarán tornando en rotundes realidaes.

D’una d’estes idees surdió’l Conceyu Nacional de Liriu, un grupu de xente que s’averó a la idega de recuperar el xuegu del liriu y esportificalu nuna de les formes propies y privatives d’Asturies. Cola inestimable ayuda ufiertada dende la Liga Nacional de Billarda, competición d’una modalidá d’esti xuegu en Galicia, el puxu pol liriu sofitó la creación del Conceyu, que’n xunetu l’añu pasáu ya taba vertebráu en tres equipos que disputaben el primer Campionatu d’Asturies de Liriu.

Esti añu 2010, la nómina d’equipos del Conceyu yá ye de cinco y el procesu muerganizativu maduró cola estandarización de les normes del xuegu y de les competiciones, la homologación pa la organización de torneos abiertos a la participación de tol mundiu y la creación d’un campionatu individual.

El pasáu Domingu de Ramos, nel Colexu Públicu d’El LLano, cellebrose la primer xornada del Campionatu con récord de participación, aumentu pergrande d’espeutadores y ésitu organizativu del eventu, con felicitaciones provinientes de dalgunes entidades que collaboraron cola organización ensín saber bien qué yera aquello que s’ufiertaba, y de xente sorprendida y agradecida por ver qu’índa hai persones que s’esfuercien por recuperar daquel xuegu que tanto-yos divirtiera cuando yeren neños.

Falten tovía munches coses por facer. Tan dándose los primeros pasos nel averamientu del xuegu a los colexos y pal espardimientu de torneos acompañaos de talleres desplicativos. La meta final d’esti añu ye la creyación de la Federación Asturiana de Liriu. Too esto fecho d'una forma autoxestionada, pues nesta Asturies futbolera y pendiente solo de la cultura que vien de fuera, nun pue ser d'otra miente.

Pero’l proxeutu sigue con rumbu estable. Y con xente de la talla qu’hai metida dientro, llegará a buen puertu, de xuru.

22 mar 2010

Mis profesores de Lengua

Hace unos días murió don Miguel Delibes. Me quedan muy pocas personas realmente admiradas con vida. Y no, no voy a hacer de esta entrada una biografía del, para mí, mejor narrador del siglo XX en lengua española. Voy a contar lo que él supuso para mí, pese a que nunca lo conocí en persona. Veréis.

En 6º curso de la Educación General Básica entró en mi vida un profesor de Lengua Castellana que se llamaba Rafael Castillo. Nosotros lo llamábamos “el Rafa” a escondidillas, pero él lo sabía de sobra y creo que ni siquiera le importaba. Él fue el encargado en introducirnos en el mundo del análisis morfosintáctico y de la fonética. Pero, sobre todo, se esforzó tremendamente para que consiguiéramos escribir con una ortografía correcta y que domináramos el sistema de puntuación de este idioma tan prolijo en frases subordinadas y coordinadas. Intentó enseñarnos, en definitiva, cómo plasmar negro sobre blanco nuestras ideas, de una forma lo más ordenada que fuera posible.

Si me pongo a tirar del hilo de la memoria, me llegan muchos recuerdos de aquellos años tan buenos, pero con momentos puntuales tan angustiosos, que pasé en el colegio Corazón de María de Gijón.

Uno de ellos son las clases de Lenguaje donde don Rafael usaba una técnica singular para puntuar nuestros conocimientos sobre formas verbales: nos situaba alrededor del aula y empezaba a preguntarnos una forma verbal a cada uno; al terminar la ronda de los casi cuarenta niños, si habías acertado, tenías un punto y adelantabas posiciones; después de un par de días y diez rondas, sabíamos perfectamente, por nuestra posición en el aula, cuál había sido la nota de nuestro examen. A nadie se le ocurría colarse, ni decir que tenía más puntos: éramos honrados con un profesor que nos ayudaba de esta forma a aprobar, porque entre ronda y ronda, a veces pasaban días.

Recuerdo también cuando, en octavo, me sucedió quizá el momento más bochornoso de mi existencia, instante en el que me falló la Tierra al no tragarme por completo. El maestro me preguntó por el aparato fonador y mi mente adolescente, recubierta de chicas desnudas procedentes de aquellas armas de construcción masiva que fueron para los niños de mi generación publicaciones como el Play Boy, el Pent House y el Interviú, se confundió de órgano y donde debí de decir “glotis” solté un enorme y rotundo “clítoris”. El profesor me miró, se contuvo la risa, como hicieron unos cinco compañeros, los únicos que sabían qué era el clítoris, y me pidió que continuase con la cuerdas vocales. Al terminar, me dijo: ”Bien, Casas –no sé por qué me llamaba así-, pero acuérdese de situar bien la glotis de aquí en adelante. Le será de utilidad”.

Pero lo que nunca podré olvidar, puesto que siempre lo tengo presente, fue el buen criterio de mi profesor a la hora de elegir los textos de los ejercicios de puntuación y de ortografía: siempre eran de Miguel Delibes. Eran controles, puesto que todos puntuaban, pero a mí me entretenía muchísimo hacerlos. Llegó un momento en el que puntuar un texto para mí, venía a suponer un ejercicio similar al que el protagonista de Matrix experimenta al final de la película, cuando observa las cosas en su realidad binaria. Si nos daba diez o quince minutos, a mí me daba tiempo a hacerlos mucho antes porque sabía que, después, llegaba lo bueno: poder leer y comprender el texto. Antes había disfrutado con tebeos, los libros de elige tu propia aventura y los volúmenes de la enciclopedia de los Jóvenes Castores. Pero puedo decir que ahí me encontré con la Literatura de verdad, la que domina el lenguaje y consigue transportar a un mundo paralelo y desconocido al lector, que se abstrae a su verdadera realidad.

Eso lo consiguió Miguel Delibes conmigo. Le estoy muy agradecido por haberme introducido en este idioma tan maravillosamente expresivo y tan mancillado a la par.

Y estoy muy apenado por su pérdida. Sin embargo, me alegra poder revivirlo cada vez que experimente con su obra la sensación de vivir otras vidas en otros lugares del mundo.

Gracias, don Miguel. (Y gracias, don Rafael)

19 mar 2010

Que se arregle solo.

Cuenta la leyenda medieval que San Bartolomé se aparecía al alma del niño que acababa de nacer para ofrecerle que eligiera entre dos libros: uno, perfectamente encuadernado con las mejores pieles e impreso con maravillosas letras doradas; el otro, con las tapas raídas, mal cosido y con pobres papeles en blanco. Quien escogía el primero, atraído por las apariencias de lujo y comodidad, únicamente podría vivir la simplona y apática vida que ofrecía aquel volumen que, con el paso del tiempo, acabaría marchitándose. Sin embargo, el que prefería el otro libro sería libre de escribir su propio destino consiguiendo, si es que su esfuerzo así lo permitía, cambiar incluso el formato de la encuadernación.

Se trataba de una parábola que explicaba las virtudes católicas del libre albedrío frente a las herejías que preconizaban la inmutabilidad del destino pre-escrito. Tampoco es cuestión de antojo que fuera el protagonista de la historia San Bartolomé, un apóstol que prefirió ser desollado por el rey de Armenia antes que renegar de las palabras de su Maestro.

Pero me viene muy a cuento para lo que estas últimas semanas ha ocurrido al rededor de una campaña publicitaria: “Esto solo lo arreglamos entre todos”.

En cinco días, todos los medios de comunicación nos asediaron con unos anuncios en los que personajes públicos como Andreu Buenafuente, Juan José Millás, el Follonero, Romay, Àngels Barceló... y personas anónimas enviaban un mensaje de optimismo respecto al tema de la crisis. Algo así como que todos juntos seremos capaces de superar el trago.

En seguida se levantaron voces en contra de la campaña. Algunas estaban perfectamente argumentadas, puesto que intentaban desenmascarar una conspiración argüida desde las Cámaras de Comercio y algunas de las principales empresas españolas, como El Corte Inglés o Telefónica, patronos de la Fundación Confianza que encargó los spots. Hablaban de cómo los sectores empresariales buscaban que, tras el fracaso del resto de las medidas gubernamentales por superar la crisis que ellos habían alimentado, fueran las clases obreras las que se hicieran responsables de salvaguardar el sistema establecido con el incremento de su esfuerzo de trabajo y la disminución de sus derechos personales, animados por el mensaje optimista.

A otros simplemente se les revolvió el estómago suponiendo que era cosa del Gobierno, presionando para que los medios públicos no dieran cobertura a tal campaña (y lo consiguieron).

Hubo una iniciativa en Facebook que respondía: “Esto que lo arreglen los que lo jodieron”.

En fin. Entre unos y otros, la casa sin barrer.

El mensaje de la campaña, no obstante, me parece muy positivo. Es lo que siempre vengo diciendo y pidiendo a la gente: que se haga responsable de sus actos y actúe para no olvidarse de sus responsabilidades. Es uno de los valores que siempre intento inculcar a los niños con los que trabajo, aunque veo que les cuesta comprender la relación entre causa y efecto, más que por su estado de desarrollo evolutivo, porque sus padres no se han parado a educarlos para que sean personas libres.

Y es que son muchos los que no quieren responsabilizarse de nada, esperando que “alguien” venga a solucionarles los problemas. Los empresarios quieren que la gente que no tiene un duro, consuma para revitalizar el mercado. Los ciudadanos de a pie, quieren que los empresarios amplien sus negocios para que haya más trabajo. El Gobierno pide que los bancos flexibilicen el sistema financiero proporcionando más créditos. Los banqueros exigen a los gobiernos que agilicen las ayudas para reponerse de sus pérdidas.

Pero son muy pocos, muy pocos, los que realmente hacen algo por sí mismos y por los demás. En época de crisis es cuando los emprendedores encuentran las mejores posibilidades. Está claro que vivimos en un lugar del mundo muy cómodo y la posibilidad de comenzar algo nuevo que rompa con el status anterior le suena a la gente tan alejado como si alguien les propusiera ir a Ultramar a conquistar el Imperio Inca.

A mí me gustaría que todos hiciéramos caso a esta campaña. Desde luego, no para alcanzar sus supuestos fines de revitalización de la estructura capitalista, si no para movernos, para hacer algo. El inmovilismo es nuestro mayor problema, por eso la crisis (que significa cambio, movimiento) ha afectado tanto a la gente que ya se había aposentado en la comodidad de su ombligo.

Me gustaría que empezáramos a ser críticos, a no creer lo que se nos dice porque sí o porque todos lo dicen y si no quedo fuera. Quisiera que la gente removiera entre sus creencias y sus ideologías, que encontraran sus errores y sus incongruencias para que las personas fueran independientes y, por lo tanto, libres para expresarse y no tener que rompernos la cabeza para encontrar argumentos que salvaguarden nuestras tan amadas ideas. Me encantaría, finalmente, que fuéramos capaces de ver lo que nosotros hacemos mal, o dejamos de hacer por desidia, antes de empezar a echarnos las culpas los unos a los otros.

Pasemos de nuestro lema actual “Que se arregle solo” al muchísimo más responsable de los abuelos de nuestros abuelos, que se decían: “Esto lo arreglo yo”. Al menos, trataban de que su libro quedara lo mejor posible al final de sus días.

4 mar 2010

Invicta separatio.

Latinajo al canto, que hacía bastante que no metía ninguno.

El lunes conseguí ver, al fin, la película Invictus, dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon, que narra la estudiada acción política de Nelson Mandela por atraer hacia sus políticas integradoras a la minoría blanca sudafricana, apasionada por un deporte, el rugby, relacionado por la gran mayoría negra con la opresión sufrida durante casi 50 años.

La película, de tan impecablemente contada, no llegó a emocionarme como esperaba, quizá porque no llegué a creerme nunca las bochornosas escenas de rugby exentas de la intensidad y flexibilidad de este, para mí, apasionante deporte. Teniendo en cuenta que su director fue el violento Harry, las melée estaban tan descafeinadas que se semejaban más a una agrupación de Moros y Cristianos jugando a tapar la calle con cuatro cazallas de más. Menos mal que no soy crítico de cine.

Sin embargo, la película me condujo a reflexionar sobre dos temas que descubrí en aquel 1995 cuando transcurre buena parte de la acción: el deporte del rugby y la sociedad sudafricana.

Del primer tema, tengo la oportunidad de disfrutar cada sábado en Teledeporte de algún partido suelto de la Heineken Cup o de la Guinnes Cup. Lejos de atraerme por sus patrocinadores, la máxima competición europea y la liga inglesa son suficientes motivos para mantenerme pegado a la pantalla del televisor. Ya haré el tercer tiempo por la noche.

Pero cuando pienso en el segundo tema, la pena de ver una tan enorme oportunidad histórica perdida, me llena de rabia. Veréis.

La separación (apartheid en lengua afrikaans) se produjo en el año 1948, cuando el Partido Nacional, mezcolanza de blancos bóers e ingleses, instauró un sistema judicial que denegaba el derecho al voto, a la libre circulación por el país y al acceso a una educación completa a los negros, así como su subordinación en la vida laboral, fiscal y social. Era totalmente cierto el rótulo de “playa para blancos; acceso restringido a negros y perros” de la playa de Durban que nos comimos en la primera edición del Telediario aquel día de febrero de 1990 que Nelson Mandela fue liberado, por orden del presidente de Klerk, de la cárcel de Pollsmoor (aunque será recordado el número 46664 que le fue asignado en su internamiento en la prisión de la isla Robben, donde estuvo apresado como terrorista internacional durante veinte años en un terrible régimen de reclusión).

Para defenderse de las presiones internacionales, los gobiernos blancos dividieron a la población en cuatro clases referentes a las razas: los blancos, los negros, los indios y los mestizos o “de color”. Y estipularon que solamente los blancos eran ciudadanos sudafricanos de pleno derecho, puesto que los indios eran inmigrantes con nacionalidades propias (procedían de la India, del Pakistán y de Bangladesh) y los negros y de color eran ciudadanos de otros estados independientes. Para sostener tal falacia, segregaron diez pequeños territorios que recibieron el nombre de Estados negros o bantustanes. Lo célebre del caso es que la comunidad internacional, inmersa en un fuerte movimiento de descolonización y por la polarización de la Guerra Fría, tragó.

La resistencia de los negros no se hizo esperar y, con preparados líderes e inspirados por los movimientos panafricanos del momento, creó el Congreso Nacional Africano y, después, un más extremista Partido Nacional Africano, que no dudaba en usar la violencia contra la minoría blanca. El encarnizamiento de las protestas supuso la reacción brutal del Gobierno sudafricano. Finalmente, ante las matanzas indiscriminadas en los suburbios, las Naciones Unidas decidió expulsar a la Unión Sudafricana, comenzando una marginación internacional que, salvo excepciones como Brasil, Chile o Israel, dejó aislado al país. La asfixia llegó hasta el punto de que sus deportistas no podían competir fuera de su país en los deportes olímpicos. De ahí procede la relevancia de los “Springboks”, la selección de rugby sudafricana, única que disputaba partidos en el exterior.

La liberación de Mandela y los pasos aperturistas del Presidente de Klerk llevaron a la International Rugby Board a aceptar el tantas veces rechazado proyecto de llevar el Mundial a tierras sudafricanas. El año 1995 habría de servir para demostrar al mundo cómo el país había logrado superar una difícil transición basada en el perdón y en la convivencia pacífica, como el desfile de la delegación olímpica bajo la bandera multicolor en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona había significado el reconocimiento del apoyo internacional a la causa. Y fue un éxito, tanto deportivo como político. Las medidas de Mandela y la colaboración del equipo como arma propagandística, sirvieron para mostrar al mundo la imagen de consolidación del cambio que el Gobierno buscaba y necesitaba.

Pero hasta aquí la gloria.

Sudáfrica vuelve a ser noticia por ser el primer país del continente negro que va a celebrar un Campeonato del Mundo de Fútbol, el deporte practicado por la gran mayoría negra, símbolo de la libertad y la justicia en tiempos de la segregación. Y una mirada a su estructura social, al que ya pudimos echar un vistazo el verano pasado con la Copa Confederaciones de Fútbol que la selección española disputó, nos permite intuir que su debilidad interna es proporcional a la debilidad de su equipo de fútbol.

Y esto porque, quince años más tarde, la división social sigue siendo la misma, manteniéndose la imagen de los suburbios de las grandes ciudades poblados de minúsculas chabolas, donde se hacinan 8 de cada 10 ciudadanos negros. La fractura económica es aún mayor, puesto que la renta de la población blanca quintuplica la de los negros, cuando con la segregación solo la triplicaba. Las grandes empresas de la primera economía africana (mueve el 25% del PIB del continente) están en manos del 9% de blancos, mientras que el 80% de negros alcanzan con suerte puestos en fábricas de transformación de bienes agropecuarios y minerales (el diamante que mantuvo vivo el apartheid durante 50 años, vía Delhi y Amberes) o en los cuadros inferiores de un hotel-safari. Pero donde más patente se encuentra esta diferencia social es en el SIDA: el 20% de la población negra es seropositiva, el 31% de las embarazas de 2005 tenía los anticuerpos del VIH y al rededor de 1.200.000 niños son huérfanos directos de la enfermedad.

Todo ello me llena, como escribí antes, de rabia ante una oportunidad revolucionaria perdida. La población negra se conformó con alcanzar unos derechos jurídicos que nunca antes habían tenido y con lograr que sus representantes consiguieran el poder político, legislando y gobernando para todos de una forma equitativa, tanto en los aciertos como en los errores (la cerrazón de Thabo Mbeki respecto al SIDA es digna de otra entrada e este blog). Pero la minoría blanca se cuidó muy mucho de salvaguardar sus intereses económicos y financieros.

Aunque quizá Sudáfrica solo sea un ejemplo colorista del mundo actual donde, como ante la lente de un microscopio, los ejemplares se colorean según sus agrupamientos. Los ricos, una pequeña minoría dominante, con tintura blanca. Los pobres, engañados o conformistas con sus derechos sociales y políticos nuevitos y relucientes, de tinte negro. Invicta separatio.