La siguiente historia puede parecer un cuento chino. Sin embargo, solo se corresponde con la realidad la segunda parte de la premisa: no es un cuento, pero sí es chino. Hoy, inmerso como estoy en la lectura del libro de José Ángel Martos El primer emperador, toca viajar a Oriente. Estoy empezando a descubrir una cultura tan distinta como increíble y quiero compartir un poco de lo que estoy aprendiendo. (Uno no nació sabiendo)
Tenemos que viajar unos 2250 años hacia atrás en el tiempo para encontrarnos con nuestro protagonista, Lü Buwei, que era un rico mercader y, pese a su alto poder adquisitivo, un paria dentro de una sociedad tan tradicional como la china, donde los comerciantes son la última y peor considerada clase social. Solo en la actualidad, con la apertura del comunismo chino al neocapitalismo se comienza a ver con buenos ojos a los intermediarios de los productos, que encarecen sus precios y manipulan sus calidades.
No había nacido en una familia campesina, únicas que podían prosperar pues manejaban las administraciones de los siete reinos combatientes en los que se hallaba dividido el antiguo reino de
No obstante, el talento emergió cuando tuvo la oportunidad de utilizarlo. Siguiendo la premisa de "comprar barato y vender caro" se hizo millonario. Y utilizó su dinero para comprar poder, siguiendo una aguda treta que benefició a un desdichado Yiren, a un príncipe enamorado y a su amada esposa estéril y, por supuesto, a sí mismo.
Yiren era uno de los veinte hijos del príncipe de Qin, Xiaowen. Tras la muerte de su hermano mayor, Xiaowen se había convertido en el heredero a la corona de su padre, el rey Zhao, que llevaba más de 30 años en el trono... ¡y que llegará a reinar 50 años! Zhao convirtió su reino en el más extenso, populoso y avanzado agrícola y militarmente de toda China, pese a ser el más atrasado en cultura y refinamiento, aislado en un Oeste alejado de las tendencias de la moda.
Siguiendo con Yiren, hay que apuntar que su vida no estaba siendo de lo más fácil, como podríamos creer de un miembro de
Y he aquí la oportunidad. Yiren recibe la visita de Lü Buwei en su presidio en Handan y este le propone convertirlo en rey. Para ello, usaría su astucia y su riqueza y el príncipe solamente tendría que hacerle caso en todo. El asustado Yiren accede en estos términos: "Si realmente ocurre como lo has planeado, señor, permíteme dividir el estado de Qin y compartirlo contigo".
Acto seguido, Lü Buwei se traslada a la corte de Xianyang, capital de Qin, y trata de captar la atención de la princesa Huanyang a través de su familiares, a los que ofrece mercancías valiosas a un precio mucho más asequible del que se veía por aquellos lares, tan atrasados culturalmente. Y accede a la princesa poniendo en boca de Yiren la siguiente frase: "Reverencio a su señoría tanto como al Cielo; día y noche lloro, pensando en el heredero y su señora". "Cielo" es la fórmula tradicional china para referirse a la corona real. Asombrada, Huanyang sigue escuchando y cae convencida en las redes de Lü Buwei, que le hace razonar en la idea de que, sin hijo propio, puede caer en desgracia a la muerte de esposo o incluso antes, si es que este la rechaza cuando su belleza se marchite: "Debéis echar raíces mientras estéis floreciendo".
Pronto Huanyang las echará e implora al príncipe Xiaowen que designe a Yiren como hijo principal, pues su afecto le ha llegado desde Zhou y confía en que la cuide si sucediera cualquier cosa a él. Y éste, enamorado hasta las cachas, acepta la propuesta que, además, le beneficia profundamente, al conseguir un sucesor digno y preparado sin necesidad de haberse devanado los sesos en su elección.
Todo ha salido a pedir de boca: Xiaowen mantiene a su amada a su lado, Huanyang consigue una seguridad futura, Yiren es proclamado sucesor al trono y Lü Buwei tutor del muchacho en su presidio de Handan. El mercader, al fin, había alcanzado su aspiración de acceder a un cargo político.
Pero
Hace tiempo que no se te ocurre nada...podrías terminar el cuento chino?
ResponderEliminarElena Luna Salinas
Esto lo tienes muy abandonado...qué pena!!!
ResponderEliminarSabes cual sería mi regalo preferido?
ResponderEliminarSi abres tu blog seruro que lo adivinas.
Elena Luna Salinas