Cuando me dieron la noticia en casa, me quedé descolocado, pensando que, en realidad, lo que me estaban queriendo decir era que Obama había sido nombrado candidato para el Premio Nobel de
Me preguntaba que qué había hecho ese hombre para conseguir tal galardón. Y en seguida me respondí: “Tener tirón mediático”. Tiré de la cadena y, más tranquilo, me reuní con mi familia a escuchar la noticia por la televisión.
Su primera y lógica reacción fue agradecer el galardón, comentar que se sentía sorprendido y afirmar que “Para ser honesto, creo que no me lo merezco”. Luego escuché a Thorbjorn Jagland, el Presidente del Comité Nobel Noruego, argumentar que "No estamos concediendo el premio por lo que pueda ocurrir en el futuro sino por lo que ha hecho en el último año". Yo me quedé ojiplático, pensando qué era aquello que había hecho Barack Hussein Obama que tan desapercibido me había pasado. Tuve que esperar a leerlo por la tarde en Internet, porque en la televisión no dejaron que Jagland hablara más –su minuto de gloria había pasado-. Y, al parecer, "una de las primeras cosas que hizo fue ir a El Cairo para intentar acercarse al mundo musulmán, luego reanudar las negociaciones en Oriente Próximo y a continuación se dirigió al resto del mundo a través de las instituciones internacionales". Además, argumentaba que ha creado "un nuevo clima en la política internacional" que posibilita que "la diplomacia multilateral haya recuperado una posición central, con énfasis en el papel que Naciones Unidas y otras instituciones internacionales pueden desempeñar" y, por último, destacaba "su visión y su trabajo por un mundo sin armas nucleares". A medida que leía esto se ratificaban mis consideraciones de taza de váter: “Obama tiene tirón mediático”.
Porque, siendo sinceros, no es novedad que los presidentes de los Estados Unidos viajen a Egipto –uno de los aliados más importantes en el mundo árabe-, ni que intenten reabrir las negociaciones en Oriente Próximo, ni que vayan a
En cuanto a lo de las armas nucleares… no ha dado un solo paso efectivo para encaminar al mundo a un desarme nuclear. Que atosigue a Irán ante las Naciones Unidas o condene las pruebas nucleares de Corea del Norte no son más que muestras de seguir con la misma política de Bush (y de los anteriores presidentes, salvo Bush padre) en política armamentística nuclear. El primer paso se producirá cuando desactive la primera cabeza nuclear de su arsenal. Pero parece que está muy bien eso de acusar a los demás y no ver lo que se tiene en casa. Le han premiado por ello.
Por no hablar de su incapacidad para gestionar asuntos en los que ha comprometido su palabra: la vuelta total de los soldados de Irak y Afganistán ha contado con todo tipo de negativas; el acercamiento al mundo musulmán, que ha sido puramente mediático, a producido un empeoramiento de las relaciones de
Iba a darle a Obama un año. O, mejor dicho, iba a darme un año a mí para poder sentir la ilusión que este hombre de 48 años ha provocado en la sociedad mundial y que no ha llegado a mí, quizá porque en temas de política soy muy escéptico a la ilusión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario