21 abr 2009

Los indios la tienen pequeña.

Efectivamente, los indios (de la India) la tienen pequeña según un estudio de una multinacional de preservativos. Al parecer, el tamaño estándar de los preservativos se les queda grande a los habitantes del subcontinente cuna del Kamasutra. Y este hecho provoca que los condones no consigan cumplir del todo con su función, puesto que se rompen con más facilidad y, en ocasiones, se quedan dentro del cuerpo del miembro pasivo de la relación, con sus consabidos riesgos: reducción de su función anticonceptiva y aumento de las posibilidades de transmisión de enfermedades venéreas.

Sin embargo, la noticia ha sido vertida por los medios de comunicación en tono jocoso, sin atender al alcance más trascendente: “los indios la tienen pequeña, y punto”. Y nos partimos aquí, auténticos nachos-vidales todos.

El problema es que, la semana pasada se produjo un hecho notabilísimo que tuvo también como protagonista a la India y que pasó casi de puntillas para nuestros noticiarios. Algo que, desde cualquier punto de vista, nos dejaría con la cara del Manneken Pis si entrara en un urinario público y se encontrara a Rocco Sifredi abrochándose la bragueta. Y es que se produjo el comienzo de las elecciones a la Lok Sabha, es decir, la Cámara Baja del Parlamento de la República.

Sí, el comienzo, porque se espera que los resultados se puedan publicar de forma oficial el día 16 de mayo. Esto puede sorprender, teniendo en cuenta que en nuestras elecciones tenemos los datos prácticamente en unas horas y, de forma oficial, al día siguiente. Pero hay que tener en cuenta dos cosas que nos diferencian: primero, que nuestro sistema de comicios es unitario mientras que allí, al tratarse de una República Federal, cada uno de los 28 Estados y de los 7 territorios de la Unión tiene su propia legislación; y segundo, mientras que en España para las elecciones europeas del próximo junio tienen derecho a voto 35’5 millones de personas (extranjeros residentes incluídos), son 714 millones los indios que pueden ejercer este derecho. La diferencia es abismal. Por algo es la mayor democracia del mundo y una de las más consolidadas tras 62 años de vigencia.

Es una lástima que se pierda la oportunidad de explicar a los españoles lo que es una gran democracia, con sus miserias y con sus virtudes, pero de la que tenemos mucho que aprender, sin duda.

Y mayor lástima aún que nuestra visión de este país tan complejo y multicultural se vea reducida a la moda de Bollywood, al yoga y a la antigua canción del anuncio de Coca-Cola “De pita, pita ye” (o sea, de gallina, de gallina es).

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